Soñando por cantar, el programa que trajo
emoción de la mano de un verborrágico Mariano Iúdica y sus mil
latiguillos, llega a su fin. Una producción que le rindió a la pantalla
de El trece ya que supo cuidar la base del rating en los momentos
bravos.
El certamen de canto de Ideas del sur comenzó el 24 de febrero de
este año con emisiones sólo los viernes, día en que las dos ficciones
del canal en aquel momento, Lobo y Los únicos 2, no se emitían.
El programa comenzó a medir bien y en su sexta emisión, la del
viernes 23 de marzo, logró ser lo más visto del día con 20.9 puntos de
rating, imponiéndose así a Dulce amor y Minuto para ganar, los programas fuertes de Telefe en ese momento.
Fue por los buenos resultados y las bajas mediciones de las ficciones, que una reestructuración llevó al Soñando por cantar a
ser diario y a extender sus emisiones. El 2 de abril Valeria Lynch
anunciaba al aire que el ciclo que había sido pensado para concluir en
mayo, seguiría todo el año.
Soñando por cantar, con Mariano Iudica a
la cabeza, fue “el caballo alado” y “el caballito de batalla” de El
trece, para resistir en un año en que las cosas no funcionaron de a
cuerdo a lo planeado.
El ciclo fue clave a la hora de mantener los números a la espera de la llegada de ShowMatch,
lo que logró a base de las historias de vida de los cantantes amateurs,
mucha emoción y un conductor capaz de pasar de la euforia al llanto en
cuestión de segundos, según el programa lo requirió.
Ahora, con las historias ya contadas y los personajes presentados,
el ciclo hace una pausa hasta el verano, donde vuelven las vacas flacas y
el formato ya probado le permitirá al canal tener buena parte de su
factura resuelta.
Fuente: "Television.com.ar"
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